Nacido en 1951 en la ciudad de Pereira, Colombia, Guillermo emigró a temprana edad junto con sus padres y hermanos a Manizales en donde creció e inició su camino como empresario. Durante sus inicios profesionales vivió en Bogotá, no obstante, después del fallecimiento de su padre, regresó a Manizales donde formó una familia y tuvo a sus dos hijos.
El 2008, el comienzo de una nueva compañía
Durante su largo trayecto empresarial, tuvo la oportunidad de dirigir compañías de la industria metalmecánica y además de participar activamente en juntas directivas y gremios empresariales. Tras el fallecimiento de su primera esposa, Guillermo se dedicó activamente a sus hijos, por lo cual abandonó muchas de sus actividades a nivel empresarial.
En 2008, Guillermo inició una nueva compañía, dedicada a la fabricación de barricas de roble, las cuales eran utilizadas para añejar licores a nivel nacional e internacional.
Fue durante estos años, que Guillermo desarrolló una pasión por el arte del añejamiento de los diferentes licores y un cariño especial por el roble colombiano.
Inspirados por sus pasiones, Guillermo se embarcó en un audaz experimento. Aprovechando su experiencia, comenzó a introducir sabores especiales en los granos de café, por medio de barricas de roble meticulosamente elaboradas, las mismas que alguna vez contuvieron el ron colombiano más fino.
En 2010, cruzo caminos con Carmenza Monsalve, una cafetera tradicional de la región, encendiendo una historia de amor tan rica y compleja como el café que un día crearían juntos. Durante una noche de celebración, en medio de los cafetales caldenses y saboreando un ron imaginó la posibilidad adicionar estos sabores y aromas los granos de café, un experimento intrépido que lo conectaría con su amor por la tradición y la innovación.
El resultado fue simplemente extraordinario.
El café, con notas acarameladas del ron añejo y roble, se transformó en una obra maestra gourmet. Una mezcla única de sabores, suave e irresistible, pero con una profundidad y complejidad que aludía a su proceso de aromatización único. Este no era un café ordinario; era una bebida especial para momentos especiales.
Guillermo soñaba con compartir esta experiencia con el mundo, con que todos pudieran disfrutar de un café de la misma calidad y que generará los mismos sentimientos que soñó aquella noche. Así, nació Quercus Coffee, una marca de café que honra con su nombre a la planta que da vida a sus aromas.
Finalmente, en 2023 Guillermo murió a los 72 años después de varios años de luchar contra el cáncer. Su legado continúa con orgullo. ¿Estás listo para vivir esta experiencia y sentir los aromas y sabor en tu paladar que alguna vez dieron la inspiración a nuestro fundador?
En honor a Guillermo Álvarez
Att: Su esposa Carmenza, sus dos hijos Sergio y David, y sus cuatro nietos: Sofía, Ulises, Francisca, y Lila.